No sabía que a la mañana siguiente le sorprendería la equivocación y lo ilimitado del ser humano. Pues todos tenían diferente opinión a la suya, pero al fin, todos la misma. Era el el equivocado?¿ Aquello que antes llamaba prado ahora era un simple y seco llano.
De todo, no saco conclusiones acerca de sus inconvenientes, pues al fin cada uno los resuelve como casi siempre tiene determinado. No obstante, admiró una lección hasta hora privada. La grandeza del ser humano.
Nitsuga era luchador, fiel y romántico a sus ideas, tanto como a una bonita mujer, pues una buscar una bonita mujer es tener una buena idea. Pensaba que luchar contra viento, desierto y cualquier gigante malhumorado no albergaba pecado, sino un orgullo desaforado por una victoria reservada para luchadores.
La lección que intentó proyectar entre sus mas allegados no era otra que hasta los gladiadores mas grandes encuentran derrota, dulce derrota apuntilló. No es derrota cualquiera aquella que viene tras dejar todo en la tierra. Siempre fiel a su estilo luchador y guerrero. No había barrera que lo detuviera, ni frontera que lo contuviera. Que son los kilómetros para aquellos nómadas perdidos, de iluminados ojos ante praderas poco escarpadas, de clavos de fácil inserción cuando en realidad, cualquier tierra cede ante los deseos de un nómada que al fin se convierte en el mejor gladiador que tierra y coliseo hayan visto.
La profesión va por dentro siempre, pensaba Nitsuga. Los ideales, ese carácter marcado y ese actuar sin pensar, también. No lo veía como algo malo, pues fracasos no contemplaban aquellos ojos de luchador sino lecciones con un pelin de amargo y efímero sabor.
Después de tales reflexiones que nadie le puedo arrebatar, abrió oídos ante tanta opinión desactualizada a unos tiempos de posibilidades, transportes y comunicación. Todo lo que llego a escuchar se referían a las dificultades que entraña enamorarse, luchar, o el difícil ejercicio de la empatía. Pues entender al inmediato parece ser el deporte del siglo.
Nitsuga volvía a preguntarse si aquello era apropiado o si a efectos prácticos lo único que cuenta y sube al marcador de vivencias es un sentimiento puro y desenfadado. Pues ni meditación ni posible dilación importan cuando quererse es el sentimiento lema por bandera.
Querido amigo, decía en pulcro y fino silencio, como si fuera proyectado a anteriores y posteriores generaciones, a aquellos estilosos compañeros telepáticos a los que gustaba dedicar sus pensamientos , pues creía en cualquier estupidez si bien no conocía limite alguno para una vida; No creas en estereotipos, en teorías ni en plausibles argumento. Cree en ti, en tus hechos, en aquello demostrable y en todo lo tangible. Que todo lo que no se refiera al actuar en detrimento del hablar no tiene mas sentido que el de un momento de recuerdo en esa mente que te tiene casi presente.
No hay limite para luchador, saca nervio, musculo, y animo de cualquier segundo de aspiración y ambición. Que todo en esta vida se puede, que todo en la vida se vence y que excusas ponen aquellos que temen. No aceptes aquellos inmaduros que aun ceden, que no tienen claro por falta de días y recorrido del sendero vital.
Sueña no hasta donde puedas, sino hasta donde quieras. Porque ni televisión ni libros ni medios tiene mas poder que una mente rebelde ni un corazón decidido. Sé original contigo mismo, se especial, se aquello que siempre has querido ser, lucha por aquello que te merece, que te estremece, busca a quien hacer feliz con tanta herramienta bonita, con sonrisa tan bondadosa, pues tus brazos no son mas largos que el poder de una idea anormal.
No se como decirte que el infinito no define lo que significa sin fin pues todas las palabras acabas, no así el significado de ellas en la eternidad. Tiempo, paciencia, deja que estas te acompañen. No aceptes mas invitados que aquellos que vayan a glorificarte una vez la meta sea tu punto de seguridad, sin hipocresía ni desplante.
Como ultima avenencia te diré que ratifiques tu búsqueda de valentía en el reflejo de una compañera igual de valiente. Que sin duda alguna por mas bacheado que sea el camino te ofrezca esa seguridad que no en todos se halla. Que de por ti hasta el ultimo jugo de sangre, cada suspiro sea dedicado, cada pensamiento te dirija ya sellado. Mójate las manos por gente de tal índole, sígueles la corriente, río abajo, lleno de piedras, de obstáculos que dos valientes ni se inmutan en abordar y conquistar.
Ahora mira hacia abajo, desde tu cima personal, asómate a la que es la cúspide de un mundo que no tenía finito físico ni mental. El mundo a tus pies, posibilidades ilimitadas, ahora son rosas y balas.